Ilustradora de formación autodidacta nacida en Madrid en 1976. Influenciada por las series japonesas de mi infancia, en la fuerza y erotismo de las fotografías de moda y en la estética pop-art. Durante toda mi trayectoria he utilizado diversas técnicas como el grafito y acuarela, pero actualmente convertida al digital.
En mi obra trabajo fundamentalmente el retrato en soledad para que éste dialogue directamente con el espectador, invitándole a observar e imaginar. Se construye así un vínculo único entre ellos. Rara vez mis personajes muestran con claridad un sentimiento. Dejo que el espectador indague en su expresión. Mi obra sólo termina en la mirada del que observa.
Me interesa explorar el sufrimiento del ser humano en la búsqueda de su lugar en un mundo donde la tecnología, el consumismo atroz y el hedonismo nos empuja a desconectarnos de nosotros mismos. Vivimos ajenos a que formamos parte de un todo más grande, divagando en soledad entre los límites de lo superficial y en permanente ansiedad.
Para expresar esa complejidad recurro a los contrastes, lo ambiguo y lo opuesto. El retrato figurativo con acabados de estética digital sugieren la dicotomía de la realidad que nos rodea. Pongo gran énfasis en el detalle y realismo del personaje como forma de transmitir nuestro lado más humano, al que añado elementos geométricos, planos, sin vida, como reflejo de un mundo cada vez más gobernado por el inhumano algoritmo. Utilizo la energía del color intenso en contraposición al gris del retrato.